sábado, 30 de enero de 2016

reflexiones

Un reloj de $300 marca la misma hora que un reloj de $30. Una cartera de $300 carga el mismo dinero que una de $30. La soledad en una casa de 30 metros cuadrados o de 300 es la misma. 
Espero que un día te des cuenta que tu felicidad interna no viene de las cosas materiales en el mundo. No importa si viajas en primera clase o en la económica, igual bajas si el avión se cae. Espero que te des cuenta que, cuando tienes amigos y hermanos con quienes hablar, reír, y cantar, eso es verdadera felicidad.

5 hechos indiscutibles de la felicidad
  1. No eduques a tus hijos para ser ricos, edúcalos para ser felices, para que vean el valor de las cosas y no su precio.
  2. Las palabras más galardonadas en Londres: Come tu comida como si fuera tu medicina o tendrás que tomar tu medicina como si fuera comida.
  3. La persona que te ama nunca te dejará. Aun si hay 100 motivos para rendirse, encontrará una razón para quedarse.
  4. Hay una gran diferencia entre un ser humano y ser un humano. Muy pocos la entienden.
  5. Eres amado cuando naces y serás amado cuando mueras. Depende de ti el tiempo intermedio.
Los seis mejores doctores en el mundo
Luz solar, descanso, ejercicio, dieta, confianza en uno mismo y amigos. Mantenlos durante todas las etapas de tu vida y disfruta una vida sana”
Autor desconocido.
 
Esta sabiduría sólo se consigue del aprendizaje al recorrer el camino de la vida y del análisis adecuado del contexto y de las situaciones. Es así como Walter Riso ha conseguido condensar en sus Guías Prácticas

miércoles, 27 de enero de 2016

Los zapatos



LOS ZAPATOS

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.
El alumno dijo al profesor:
Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.
Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.


Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.


Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió
a mirar.
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.


El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de
lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras
hecho una broma?


El joven respondió:
Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.


sábado, 16 de enero de 2016

Carta sobre Edison

Un día, Thomas Alva Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota.
Él le dijo a ella: "Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre."
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo.
"Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted".
Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.
Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio.
Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito
"Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela."
Edison lloro por horas, entonces él escribió en su diario: "Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió el el genio del siglo."
Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad?.
En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo!
Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.
Es asombroso el poder que tienen los padres sobre los hijos.
ES MUY IMPORTANTE RECORDAR SIEMPRE EL PODER QUE TIENEN LAS PALABRAS...