viernes, 15 de abril de 2016

Akiro Karisawa

BIOGRAFÍA

(Omori, Tokio, Japón23/03/1910; † Setagaya, Tokio, Japón, 06/09/1998)
Premios: 1 Oscar (más 2 premios) Ver más
El último samurái
por José María Aresté

El cineasta nipón decía de sí mismo: “yo menos películas igual a cero”. Tanto se entregó a la hora de hacer cine.
"Aunque como ocurre con cualquiera, la vida de Akira Kurosawa (1910-1998) iba más allá de las películas, o bien, digamos que las películas se nutrían de su experiencia vital. Sin ir más lejos, su afición al alcohol le ayudó en El ángel ebrio. Akira nació en Omori, en la provincia de Tokio. Y se vio estimulado a escribir su `casi autobiografía´por el ejemplo de Jean Renoir y el no-ejemplo de John Ford. Advertía que para los que se acercaban a su cine, saber de él ayudaba a entenderle.
Kurosawa dedicó buena parte de sus memorias a recordar su infancia: su retraso en el colegio, su etapa de ‘niño llorón’. Tal circunstancia le unió a un compañero, Keinosuke Uesuka, llorón que como él acabaría dedicándose al cine. Muy unido a su hermano mayor, el suicidio de éste con 27 años le marcó. Precisamente él le inculcó el amor al cine, por su trabajo como narrador de filmes mudos. Entre las películas que Akira vio entre 1919 y 1929, cerca de un centenar, hay trabajos de Chaplin, Ford, Sternberg, Von Stroheim, Lubitsch, DeMille, Sjostrom, Lang, Wiene, Walsh, Dreyer, Pabst, Buñuel, Borzage, Renoir… El cine extranjero le interesa más que el nacional.
En 1935 responde a un anuncio de los estudios de cine PCL, que buscan ayudantes de dirección. Lo ve como una casualidad, y algo más: “Me había dedicado a la pintura, a la literatura, al teatro, a la música y a otras artes, y me había quebrado la cabeza con todas esas materias que, al fin y al cabo, reúne el arte del cine.” Siempre guardará un recuerdo entrañable de los profesores que le ayudaron, a los que homenajea en su último film, Madadayo. Entre los cineastas menciona como gran maestro a Kajiro Yamamoto, a quien llamaba cariñosamente Yama-san. Con él aprendió a llamar a la gente por sus nombres, incluidos los extras. Otros maestros fueron Nobuyoshi Morita, Yasujiro Shimazu, Sadao YamanakaKenji MizoguchiYasujiro Ozu y Mikio Naruse. Decía: “Cuando pienso en todos ellos me gustaría alzar la voz y cantar aquella canción: ‘… damos las gracias por la amabilidad de nuestro profesor, al que honramos y respetamos…’”
Akira era hijo de militar, y tomó clases de kendo (lucha con cañas de bambú) y esgrima. Terco y de mal genio, le gustaba el mundo militar, de guerreros, cabalgadas y batallas, que reflejó en sus filmes. Disciplinado como cineasta, daba un consejo, que él mismo se aplicaba, para ‘los que no tienen tiempo’: “Puede que sólo escribas una página por día, pero si lo haces todos los días te encuentras al final de un año con que tienes 365 páginas de guión.” Su filmografía es apasionante. Bebió de fuentes occidentales, y él mismo influiría más allá de las fronteras de Japón. Shakespeare (Trono de sangre, Ran), Dostoievski (El idiota) por un lado, y los filmes revisitados en Occidente (Los siete samuráis y Los siete magníficosYojimbo y Por un puñado de dólaresLa fortaleza escondida y La guerra de las galaxias) por el otro. El boom fuera de Japón se lo dio Rashomon, León de Oro en Venecia. Cuando llegaron horas bajas (su mala experiencia con Tora! Tora! Tora!), algunos admiradores occidentales le echan una mano: Lucas y Coppola con Kagemusha, la sombra del guerrero, Spielberg con Los sueños de Akira Kurosawa, los rusos con Derzu Uzala. Aunque tocó muchas teclas (el cine negro en El infierno del odio y Los canallas duermen en paz, o su continua revisitación del mundo de los samuráis), quizá uno de sus títulos más rebosantes en humanidad fue Vivir. El periplo del funcionario anodino cuya vida da un vuelco cuando le diagnostican un cáncer (al fin hará algo útil, escuchar la petición de impulsar un parque infantil) confirma el humanismo de un gran cineasta."
Fuente: decine21




viernes, 1 de abril de 2016

EL BOTICARIO DE SANTA BRÍGIDA (ACUATEXTO)


Cuando vine a de Santa Brigida de la Torre...no fui consciente hasta pasado algún tiempo de la peculiaridad de sus gentes. Era algo.... que no se podía apreciar a primera vista, hasta que conocías más profundamente el trabado tejido de relaciones personales del lugar y podías ser aceptado como uno mas..., la verdad, es que ser el único boticario estable de la población, me ayudó mucho a ello.
Era muy extraño que en este pueblo, de siempre tirando a conservador y cristiano, se diera ese raro culto al suicidio y tuviera una tasa de mortalidad , por este modo de morir, diez veces superior a otros lugares, El suicidio era para los Brigidanos....., no solo una salida digna, sino incluso honrosa y valiente.
El modo de "quitarse de en medio", podía ser valorado estética y artísticamente, e incluso....ser considerado hermoso y si su originalidad o motivación eran suficientemente notorios, tener un lugar honroso en la historia y el recuerdo popular, .
Los lugareños pensaban que, de un modo tácito, tenían como una bula directa de Diós que podía saltar los preceptos de la Iglesia a este respecto.
Al parecer.... , todo se había originado, con la muerte de Santa Brígida (mártir no reconocida por la iglesia), moza virgen visigoda, que prefirió tirarse de la torre del castillo antes que ceder a los deseos libidinosos de Ali-Hasan, el moro invasor, aunque.... algunos guasones lo atribuyen al terrible olor corporal del sarraceno.
Luego...., fue Roderico señor de éstas tierras, él que se tiró con veinte alazanes blancos desde lo alto de la cortada, en protesta por las inclinaciones judaizantes del rey Sancho II "El Suelto".
Fue fruto de tales buenos ejemplos, el que, de siempre, auto inmolarse fuera en Santa Brígida ,extraoficialmente bien visto por la gente, e incluso en algunas épocas, el cementerio de los suicidas casi alcanzara mayor tamaño que el camposanto cristiano .
Para atajar esta nefasta costumbre , Don Genaro, cura oriundo del propio pueblo, fue enviado como párroco por el episcopado a finales del siglo XVIII, pero estaba tan arraigada..., que tras quince años de predicación infructuosa , reconoció su fracaso.....
¿Qué como lo reconoció?, pues...!! Quitándose la vida !! como no podía ser de otro modo.
Encontraron su cuerpo al pie del altar, en medio de un charco de sangre, con las venas cortadas con un cristal de la vidriera de la Virgen del Buen Morir ( Patrona " de facto" de pueblo)
Ya más recientemente , durante la guerra civil del 36, Dolores " La Tronera" que era a la sazón alcaldesa anarquista del pueblo , se colgó de una higuera envuelta en una bandera de la CNT, cuando su amante "la Bollera" se largó con un representante de boinas.
Respecto a mi.....bueno yo.. yo... estoy tantos años en el pueblo, que me considero uno de ellos..., es mas, ya pienso como ellos.... y os aseguro, que de mí, no se van a olvidar...Ayer supe de la presencia en mis entrañas de una terrible enfermedad.....y no está en mi ánimo sufrir una larga agonía...... He tomado la decisión, de que "lo mío" va a ser sonado...., magistral....., digno de leyenda ...,vamos, Tengo planeado que encuentren mi cadáver, macerado por el alcohol y encadenado al fondo de la gigantesca barrica de vino dulce , que todos los años, a costa del ayuntamiento, vacía con alegría el pueblo entero durante fiestas....
!Ah! y espero que ésta gente en el futuro me recuerde y encuentre mi suicidio de su ...!!"gusto"!!....ja ja ja
Texto e imagen: Francisco Ballester Monfort