miércoles, 28 de enero de 2015

Si tiene usted un limón, haga una limonada


Mientras escribía este libro estuve un día en la Universidad de Chicago y pregunté al rector, Robert Maynard Hutchins, cómo se libraba de las preocupaciones. Y me contestó: "He tratado siempre de seguir el consejo que me dio el extinto Julius Rosenwald, presidente de la Sears, Roebuck and Company: 'Cuando tengas un limón, hazte una limonada'".
Tal es lo que hace un gran docente. Pero el simple hace algo completamente opuesto. Si la vida le entrega un limón, una cosa amarga y agria, se desespera y dice: "Estoy vencido. Es el destino. No tengo la menor oportunidad". Después lanza imprecaciones contra el mundo y se compadece hasta lo más hondo de su ser. En cambio, el juicioso a quien entregan un limón dice: "¿Qué lección cabe aprender de esta desgracia? ¿Cómo puedo mejorar esta situación? ¿Cómo puedo convertir este limón en una limonada?"
Después de pasar toda su vida dedicado al estudio de las personas y de sus ocultos recursos de poder, el psicólogo Alfred Adler declaró que una de las características maravillosas de los seres humanos es "su poder de convertir un menos en un más".
He aquí la interesante y alentadora historia de una mujer que conozco y que hizo precisamente eso. Se llama Thelma Thompson. He aquí lo que me contó:
"Durante la guerra mi marido estaba adscrito a un campo de instrucción próximo al desierto de Mojave, en California. Fui a vivir allí con objeto de estar cerca de él. Odiaba el lugar. Nunca me había sentido tan desdichada. Mi marido fue enviado de maniobras al desierto y yo me quedé sola en una cabaña. El calor era insoportable; pasaba de los cuarenta grados centígrados a la sombra de un cacto. No había nadie con quien hablar. El viento soplaba de modo incesante y todos los alimentos que comía y hasta el aire que respiraba estaban llenos de arena, arena, arena...
Me sentía tan hundida, me compadecía tanto, que escribí a mis padres. Les dije que abandonaba mi empresa y que volvía a casa. Les dije que no podía resistir ni un minuto más. ¡Prefería estar en la cárcel! Mi padre me contestó con una carta de sólo dos líneas. Eran dos versos que siempre cantarán en mi recuerdo, dos versos que cambiaron mi vida por completo:
Dos hombres que miraron tras las rejas de su prisión, uno
el barro miró, el otro las estrellas contempló.

Leí estos versos muchas veces. Estaba avergonzada. Decidí ver qué había de bueno en aquella situación mía; trataría de ver las estrellas. Me hice amigos entre los indígenas y la reacción de esta gente me asombró. En cuanto mostré interés por sus tejidos y cacharros, me regalaron sus piezas favoritas, las que no habían querido vender a los turistas. Estudié las bellísimas formas de los cactos, las yucas y los árboles Joshua. Aprendí cosas de los perros de pradera, observé las puestas de sol del desierto y busqué conchas marinas, dejadas allí hace millones de años, cuando las arenas del desierto eran el fondo de un océano.
¿Qué es lo que produjo en mí cambio tan asombroso?
El desierto de Mojave no había cambiado. Los indios no habían cambiado. Pero había cambiado yo. Había cambiado mi actitud mental. Y al pasar esto, mi desdichada existencia quedó transformada en la más emocionante aventura de mi vida. Fui estimulada y excitada por este nuevo mundo que había descubierto. Estaba tan exaltada que escribí un libro sobre el asunto, una novela que fue publicada bajo el título Brillantes murallas (Bright Ramparts)...
Había mirado desde la prisión que me había creado yo misma y había visto Jas estrellas."
Thelma Thompson, usted descubrió una vieja verdad que los griegos enseñaron quinientos años antes del nacimiento de Cristo: "Las cosas mejores son las más difíciles".
Harry Emerson Fosdick la repitió en el siglo XX: "La felicidad no es principalmente placer; es principalmente victoria". Sí, la victoria que llega con la sensación de realización, de triunfo, de haber convertido nuestros limones en limonadas.
Fuente: Dale Carnegie. “Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida”. Edit. Suramericana

El niño y los clavos

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y le dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.

Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

- Mira, hijo, has trabajado  duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.

Los padres, la familia, los profesores y los amigos, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Te  animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter.



martes, 27 de enero de 2015

Madurez

Un texto muy simple y a la vez maravilloso. Conviene imprimirlo y leerlo todos los días
Lo escribió una anciana de noventa años de edad, oriunda de Cleveland, Ohio, USA:
A fin de festejar mi madurez, me senté a escribir las 40 lecciones que aprendí de la vida:
1. La vida no es justa, pero a pesar de todo es bastante buena.
2. Cuando tengas alguna duda, simplemente da el primer pasito.
3. La vida es demasiado breve como para desperdiciarla odiando gratuitamente…
4. Tu lugar de trabajo no te va a atender cuando estés enfermo. Pero tus amigos y tus padres sí, así que mantente en contacto.
5. Paga a tiempo todas tus deudas.
6. No tienes que salir ganando en todas las discusiones. Está de acuerdo con el desacuerdo.
7. Llora junto a otra persona. Es mucho más eficaz que llorar solo.
8. Está bien hablar con Dios. Él nos escucha.
9. Empieza a ahorrar para cuando te jubiles, empezando con el primer sueldo que recibas.
10. En lo que a chocolates se refiere, no vale la pena resistirse.
11. Haz las paces con el pasado para que no interfiera en tu futuro.
12. Está bien que tus hijos te vean llorando.
13. No compares tu vida con la de los demás. Nunca se puede saber…
14. Si hay una relación interpersonal que hay que guardar en secreto, no formes parte de ella.
15. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Si te mereces algo, Dios te lo va a dar.
16. Respira profundamente. Es muy tranquilizante.
17. Descarta todo aquello que no uses, o no sea bello o no te cause alegría.
18. Todo lo que no te mata, en realidad te fortalece.
19. En lo que se refiere a hacer las cosas que te gustan en la vida, nunca aceptes “no” por respuesta.
20. Usa las velas más bonitas, la ropa más bonita, la fragancia más bonita. No guardes nada para una “ocasión especial”. Hoy es ese día especial.
21. La erudición que obtiene la persona nadie puede quitársela.
22. Nadie está encargado de tu felicidad, fuera de ti mismo.
23. Sé extravagante hoy. No esperes a la vejez para empezar a usar ese traje violeta.
24. Toma las así llamadas “desgracias” en la debida proporción. ¿Acaso dentro de cinco años todavía van a tener importancia?
25. Perdona a cada persona por cada cosa que te hace.
26. Que no te importe lo que los demás piensen de ti.
27. El tiempo lo cura casi todo. Dale tiempo.
28. Por peor que pueda ser una situación, al final va a cambiar.
29. No te tomes a ti mismo tan en serio. Los demás tampoco se toman en serio.
30. Cree en los milagros.
31. Dios te ama, porque así es Él. No porque Le hayas hecho o no hayas hecho algo.
32. Envejecer es muchísimo mejor que la otra alternativa (morir joven).
33. Al fin y al cabo, lo único verdaderamente importante es el amor.
34. Sale a dar un paseo todos los días. Hay milagros en todas partes.
35. La envidia es una pérdida de tiempo. Ya tienes todo lo que necesitas.
36. Lo mejor todavía no llegó.
37. No importa cómo te sientas – levántate, vístete y sal de la casa.
38. La vida no viene envuelta de regalo, pero sí son un regalo.
39. Los amigos son los familiares que nosotros mismos elegimos.
40. Se estima que el 93 % de las personas que reciban este mensaje no lo van a difundir.
Si eres uno del 7 % que sí lo va a difundir, pues hazlo ahora!

lunes, 26 de enero de 2015

10 LADRONES DE TU ENERGÍA


1- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas
, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los 
demás. Si alguien busca un bote para echar su basura,
procura que no sea en tu mente.
2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a
quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle.
3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por
 qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de
 opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a 
ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; 
aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el
 no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO 
desde el principio.
4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no 
prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí 
disfrutas.
5- Date permiso para descansar si estás en un momento que
 lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un 
momento de oportunidad.
6- Tira, levanta y organiza, nada te toma más energía que un
 espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no
 necesitas.
7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo 
trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate
algunos descansos.
8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, 
desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar 
acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción
 necesaria.
9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más
 energía que el resistir y pelear contra una situación que no 
puedes cambiar.
10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando
 dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo
Dalai Lama ‪#‎LeerEsCultura‬ ~Sool

domingo, 18 de enero de 2015

SABIDURÍA DE VIEJA...


"Mira, mija, pa´que dejes de andar quejándote, te voy a dar unas cuantas sugerencias pa' que vivas bien, y no nomás sobrevivas...
¡Mírame a mí, estoy en la flor de la vida y me sigo riendo !
1.- Agradece por todo
No te quejes, dale gracias a Dios que estás, que sigues, y que vives,
nomás piensa que a otra bola de gente ya se la llevó...¡la vida!
2.- Cuando puedas comer... come,
cuando puedas dormir... duerme,
cuando puedas disfrutar... disfruta,
cuando puedas trabajar ....trabaja,
y si aún puedes, échate unos traguitos, juega con los hijos, haz el amor o ponte a silbar, a cantar en la ducha, y dá gracias a Dios porque tienes Salud.
No te la pases quejando,
¡¡ayyy si hubieraaaa!, ¡¡ayyy les di! ...¡ayyy si tuviera... ¡cuánto sacrificio!, ¡no m'ijita, altas y bajas siempre han habido y siempre habrán!
3.- Si en la noche no puedes dormir,
sí estás vuelta y vuelta en la cama,
pos' párate y ponte a hacer algo, arregla un cajón, plancha tu blusa pa mañana, ponte a leer,
porque si te quedas acostada con los ojos abiertos...
¡vas pensar puras huevadas!
Y lo pior es que te paras y las haces...
Ya de por sí......
4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, y que se oyen en la televisión, que sí se está calentando el planeta, que sí a tal país ya se le llevaron los dineros, que si los narcos.....
¿esos mija?, mándalos a la m........
¡¡no los vas a arreglar tú!
Luego ni les entiendes, ¡no te hagas bolas!
Deja que los que pueden, los arreglen.
Pero tú... ocúpate de los que se ven más chiquitos, esos que sí están en tus manos.
Despabílate, aunque sea a ratos, atiende esos, los demás ¡¡a la p…. madre!!
5.- Si te dan... agarra todo lo que te den.
Agárralo, aprovéchalo, así sea un beso o una pendejadita,
porque uno vive pensando, que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan...
¡así que tú agarra y no te acorbades!
6.- ¡Ahhh! pero eso si..
¡No agarres lo que no es tuyo¡
ni la bicicleta, ni la bolsa, ni el dinero, ni al marido o amante de otra, lo ajeno respétalo, es de otra, cada quien tiene lo suyo, ¡lo que se gana y lo que se merece!
7.- Lo que hagas
hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto,
y hazlo bien o no lo hagas
y déjate de pendejadas,
olvídate de las envidias
tú ...a lo tuyo porque no sabes cuánto vales...
8.- Cuídate de las cabronas y aléjate de las pendejas, fíjate bien como son ....porque ¡¡hay malvadas!,
conócelas y nunca seas como ellas..
Ayuda y escucha a tus amigas,
no hables mal de la gente, ní de las cabronas, ni de las pendejas,
sé orgullosa, pero no seas arrogante ni prepotente.
Sé humilde, no agachada;
sé valiente, no imprudente.
Cuando ganes, sonríe, cuando pierdas, no armes un escandalo, y si te dá la gana... llora.
9.- Nunca te preocupes por lo que no tienes, por lo que no puedes comprar,
cuántas cabronas que tienen todo el dinero del mundo están en la cárcel, enfermas de la cabeza, o guardadas en un hospital, asustadas e inseguras, o tienen un marido pendejo, no son felices, no saben comunicarse, no tienen una familia como la tuya.
Tú tienes algo más valioso que es ....tu gente y tu salud.
10.- Manda a la mierda la Muerte
que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar,
y no seas tú la que se preocupe porque ya te va a llevar!
¿Así ?, ¿o más claro?
Y, por último, mijita, si la vida te dá limones ...
¡¡ Qué limonada, ni qué mierda!!
'' TU PIDE TEQUILA Y SAL''
(Autor Desconocido)


martes, 13 de enero de 2015

Crónicas de la Tierra sin Mal


 Si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar 
vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado 
al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has 
marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor,
 con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes 
bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y 
las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las 
limitaciones propias de nuestra condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a 
otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no 
traicionar a tu propia alma...

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes 
hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago 
gritarle a la plateada forma de la luna llena: "¡Sí!".

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes 
levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta 
los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.

No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te 
quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te 
sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en 
momentos de vacío".