
sábado, 22 de junio de 2013
VALE LA PENA LEERLO.
Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los
días y que su esposa se pudiera quedar en casa.
Quería que ella viera por lo que él pasaba todos los días, así
que rezó: "Dios: Yo voy a trabajar cada día, durante
8 horas mientras mi esposa se queda en la casa
tranquilamente. Quiero que ella sepa por lo que tengo que
pasar todos los días, entonces permíteme cambiar de cuerpo
con ella por un día. ... Amén". Dios, en su infinita
sabiduría le concedió el deseo al hombre. A la mañana
siguiente, se despertó como mujer. Se levantó, hizo el
desayuno para su cónyuge, despertó a los niños, sacó su
ropa para ir al colegio, les dió desayuno, empacó los
almuerzos, los llevó al colegio, volvió a casa, recogió la ropa
para la lavandería y la llevó. En el camino paró en el
banco a hacer un retiro y fue al supermercado a comprar
víveres. Entonces regresó a casa, guardó los víveres,
hizo los cheques para pagar las cuentas y cuadró la cuenta
del banco. Limpió la caja del gato y bañó al perro.
Para entonces ya era la 1 P.M. y corrió a hacer las camas,
puso la ropa sucia en la lavadora, sacudió, aspiró,
lavó el baño, barrió y trapeó el piso de la cocina. Salió
corriendo a recoger a sus hijos en el colegio y tuvo una
discusión con ellos de vuelta a casa. Sacó leche y galletas
para los niños y los organizó para que hicieran las
tareas. Puso la tabla de planchar y se puso a planchar
mientras veía televisión. A las 4:30 empezó a pelar papas,
lavar las verduras para la ensalada, adobó la carne, y puso
el arroz a cocinar. Cuando su cónyuge llegó
preguntando por la comida, ésta ya estaba lista y servida.
Después de comida, limpió la cocina, lavó los platos
sucios, sacó la ropa de la lavadora y la puso a secar. Bañó a
los niños y los acostó a las 8:00 pm A las 9:00 pm.
estaba exhausto aunque no había terminado todavía sus
quehaceres, se fue a la cama donde estaban
esperándolo para hacer el amor, lo cual logró hacer sin
quejarse. A la mañana siguiente se despertó e
inmediatamente se arrodilló al lado de la cama y dijo
, ;Señor, yo no sé yo qué estaba pensando. Estaba muy
equivocado al envidiar a mi esposa por poder quedarse en
casa todo el día. Por favor Señor, por favor,
vuélvenos a cambiar;.El Señor, en su infinita sabiduría,
contestó : Hijo mío, creo que has aprendido la lección y
será un placer para mí volver las cosas a como estaban
antes.Sin embargo, vas a tener que esperar nueve
meses. Anoche quedaste embarazado!!!
Tomado de la página del facebook: Tren de la vida
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